martes, 4 de mayo de 2010

Volver al Futuro

El viaje en el tiempo ha sido una obsesión de la humanidad desde siempre. Tal vez podría parecer posible si nos basamos en la percepción del tiempo como una línea recta y no como una dimensión aparte con sus propias reglas y particularidades (eternalismo)
Yo más de una vez lo he deseado, la mayoría de las veces ha sido para cambiar algo que me ha salido mal o un evento desagradable que haya causado por actuar sin pensar o sin medir las consecuencias (claro que esto es de lo más tentador) pero también ha habido aquellas en las que he querido revivir eventos que me hicieron muy feliz. Hay quienes sostienen que Leonardo Da Vinci viajaba en el tiempo y por eso fue capaz de ver cosas que nadie más veía, como la máquina voladora que diseñó.

En el año 1895 se publicó en Londres una novela titulada "La Máquina del Tiempo," escrita por uno de los padres de la ciencia-ficción, Herbert George Wells. La h
istoria se centra en el invento de un científico, la máquina, la cual utiliza para viajar al futuro (año 802.001) y conocer el destino de la humanidad; pero se sorprende al darse cuenta de que la humanidad, lejos de haber prosperado, habita en un mundo en decadencia. Muy diferente a la utilidad que yo planteaba porque, en este caso, el científico la utiliza para saciar su curiosidad (futuro) no para cambiar algo que ya ocurrió (pasado)
El libro ha tenido dos adaptaciones cinematográficas, la primera en 1960 y dirigida por George Pal, que es fiel al libro. La segunda, de 2002, fue dirigida por Simon Wells y se presenta como un remake de la primera, pero con cambios considerables. Uno de ellos, el que me interesa, es la razón por la que es construida la máquina. En esta película su construcción es precipitada por una tragedia, la muerte de la novia del científico, y su propósito era viajar al pasado para salvarla. Lo curioso es que cada vez que lo hace, siempre la alcanza la muerte pero de forma diferente. Cuando se resigna, viaja al futuro buscando una respuesta a esto; la respuesta que encuentra es que la máquina fue construida después de ese evento particular, por lo cual no lo puede cambiar utilizándola, porque en el caso de que no haya sucedido, la máquina no existiría.

En 1985, se estrenó una película titulada "Volver al Futuro," dirigida por Robert Zemeckis, en la cual nos muestran una máquina y una percepción del tiempo muy diferente. En este caso la percepción del tiempo es lineal, lo cual permite a los personajes intervenir en eventos futuros y pasados, precipitando cambios en la vida de todos a su alrededor. Todo lo contrario a la visión eternalista y moralista que pretende H.G. Wells. Pero divertida, justamente la que me interesaría.

En 2004 apareció la representación de otra máquina del tiempo, que seguramente será la que más probablemente pueda encontrar en mi camino, es la máquina del tiempo que NO sirve para viajar en el tiempo y la podemos ver en la excelente película independiente del director Jared Hess,"Napoleon Dynamite."



Aún cuando me gustaría pensar que el viaje en el tiempo es posible, me parece que Wells fue el que más se acercó a exponer una idea acertada de lo que implicaría y cómo sería. No podemos cambiar el pasado aunque lo podamos revivir, el tiempo no es una línea recta, sino una dimensión que todavía no somos capaces de comprender; por lo cual, no podemos intervenir en su flujo natural.
En esta ocasión, el acompañamiento sonoro me lo proporcionó el gran David Bowie.


1 comentarios:

Acuaryus_me 4 de mayo de 2010, 15:23  

Me ha gustado tu post. Lo único que te ha faltado ha sido ver Doctor Who, el gran señor del tiempo que viaja en una cabina de telefono azul (TARDIS) a traves del tiempo y el espacio.
Gracis a esta entrada me has recordado que no he visto Napoleón Dynamite jeje hay que solucionarlo.

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