jueves, 27 de mayo de 2010

Prueba superada: ERASERHEAD


Eraserhead es una película escrita, producida, dirigida y editada por David Lynch en 1977, con Jack Nance en el papel del protagonista Henry Spencer.

No es una película fácil, me ha puesto verdaderamente a prueba, debo decir que en otras circunstancias no la habría visto completa y no creo que la vuelva a ver, lo que en todo caso no seria necesario porque no se me va a olvidar, quedó grabada en mi memoria. He podido reconocer las características del universo lynchiano fácilmente, además de porque ya estaba advertida, porque ésta es su primera película, su primera incursión en esta forma de expresión que para él presentaba posibilidades adicionales, posibilidades que no le permitía la pintura. La película partió de la idea que tuvo Lynch de utilizar una cabeza humana para hacer borradores para lápices, a partir de ahí fue desarrollando las imágenes.

Como primera característica, la estructura en espiral resalta claramente, la relación con los sueños es inmediata, puede parecer hasta tosca, por ser tan brusco el cambio entre escenas: cuando aparece la chica del radiador, el señor de la roca espacial que maneja las palancas, cuando Henry se asoma a la ventana y ve una pelea. Hubo escenas que me parecieron absurdamente
cómicas, por ejemplo cuando Henry está en casa de Lucy (el objeto de su afecto) sentado a la mesa para cenar y el pollito (¿por qué sería tan pequeño?) empieza a chorrear líquido (tal vez sangre o tal vez salsa) y la madre gime durante todo el tiempo que del pollo emana la “salsa,” o cuando le pone la ensalada encima a la abuela y la utiliza para mezclar; o cuando, también la madre, empieza a ¿morder, chupar, succionar? el cuello de Henry.

De sus muchas características, las texturas juegan un papel importante para Lynch (ha dicho que la textura de la carne en descomposición le parece increíble) a través de ellas busca transmitir la sensación de estar palpando una superficie específica (sinestesia táctil) En esta película me pareció más resaltante esta característica con respecto al “bebé,”
cuyo cuerpo es baboso y sudoroso, cuando se enferma está prácticamente pudriéndose y cuando Henry lo abre y le clava las tijeras emana de él una sustancia esponjosa y purulenta; en ese último momento me dio mucho asco, es decir que experimenté perfectamente la sensación que Lynch quería transmitir. Hay otros momentos de este tipo, que me asquearon, en el film: cuando la chica del radiador está pisando las “lombrices” (no estoy segura de qué eran esas cosas, en un momento pensé que eran pequeñas columnas vertebrales con cerebritos, aunque también podrían ser larvas) y cuando Henry las está sacando de su cama (¿es su esposa la que las está produciendo?) y las arroja contra la pared.

Lo que más me gustó fue el personaje de Henry, sentí empatía hacia él, pobre que no entendía nada de lo que sucedía a su alrededor pero aún así lo aceptaba porque de algún modo el mundo en el que vivía era así. Aparentemente, es una constante la excentricidad en los personajes de Lynch. Henry se conformaba con pequeñas cosas y parecía muy ingenuo y sensible; todo el tiempo que estuvo solo con el “bebé” en la habitación pensé que el monstruito lo iba a atacar, es decir, temía por él. Esto también es característico de las películas de Lynch, las atmósferas opresivas, inseguras y perturbadoras. Sí me pareció que la película tiene un final feliz, Henry mató a la criaturita asquerosa, creo que el hombre de la roca espacial también muere y la chica del radiador lo recibe con un abrazo como si siempre lo hubiese estado esperando.

Antes del final definitivo, se da la escena de la que Lynch imaginó la película; la cabeza de Henry es utilizada para producir borradores. Por un momento pensé que ese era el final de la película, después de que hacen la prueba del borrador y sacuden los restos de la mesa, en ese momento para mí había terminado. De hecho, me hubiese gustado más esa conclusión. Pero con las escenas siguientes se redondea la película. Menos mal que mata a la criaturita. Tengo la sensación de que Henry percibía a la chica del radiador, porque siempre se quedaba contemplándolo. Me parece que ella representa la luz, lo agradable, de lo que carecía el entorno de Henry; por su sonrisa, la blancura de su pelo, su canción y al final a través de ella encuentra la liberación.


Esta es mi interpretación; como ya dije, no la volvería a ver, porque la sensación particular que quiere transmitir esta película no me agradó, prefiero las de otro tipo. Es preciso que continúe mi camino de experimentación lynchiano para observar la evolución que ha tenido a través de los años, la que le ha dado la experiencia.

viernes, 21 de mayo de 2010

Relatos: Down in Mexico, Parte II A horse with no name (dedicado a @PiliVicente)

¡Mierda, mierda de árbol! Mama no estaba allí así que poco importaba que dijera palabrotas, además estaba harta, ese árbol se estaba ganado a pulso el convertirse en su peor enemigo ¿Cuanto tiempo había pasado desde que llegó a este oasis? Encima todo ese tiempo se lo había pasado enfrente del cerezo, mirándolo como si fuera tonta. Pili solía tener la paciencia de un santo hasta que su mundo cambió, y Pili enfadada era muy peligrosa pero como la paciencia, aunque poca, se negaba a abandonarla lo único que pudo hacer para desahogarse fue darle una patada al cerezo. ¿Como puedes estar aquí también? ¡Se que eres tú aunque hayas cambiado de canción! De nada servía gritarle a una planta que canta dentro de tu cabeza, pensó la niña, sus recuerdos de los últimos meses estaban un poco borrosos así que se sentó un momento para pensar en todo lo que había ocurrido. Estaba muy molesta, pero al menos la nueva canción era muy bonita.
Recordó que al haberse resbalado al pisar una de las tartas de manzana que crecían en el jardín de su vecino, la letra de la otra canción del árbol le vino a la mente y entendió su significado. Supo entonces que debía buscar en México a un gato llamado Joe. Recordó haber tenido una muy mala sensación al preguntar al propietario del jardín por ese lugar y se fue a casa a pedirle explicaciones al irritante cerezo.
A medida que iba repasando los sucesos ocurridos, sus recuerdos se hacían mas nítidos. Fue entonces cuando notó que un deseo crecía rápido en lo mas profundo de su ser: algún día aprenderá a prender fuego con la mente y ese día hará arder al árbol lenta y dolorosamente. A su corta edad Pili todavía no había experimentado una gama de emociones lo suficientemente amplia y el rencor, un rencor bastante grande, parecía muy divertido (sobre todo porque éste le llevaba a la venganza, algo con lo que tampoco estaba muy familiarizada)
¡Reza todo lo que sepas y a quien puedas puto árbol! Cuando todo esto acabe desearás no haberme conocido nunca, maldito hijo de la gran... cuanto mas lo pensaba, mas furiosa se sentía.
Tanto odio hacia un "no tan simple" cerezo tenía una explicación bastante lógica para una niña como Pili: hacer el ridículo, ser motivo de risa y burla, era algo que procuraba evitar hasta el día en que muriera. Aquel dichoso arbolito le había obligado a hacer cosas que en la vida se le habrían pasado por la cabeza.
Cuando fue a pedirle ayuda, éste continuaba con la canción, como si solo supiera comunicarse de esa manera, así que probó a escuchar atentamente y captar el mensaje que transmitía su música. Mal asunto. Cayó en una especie de trance y perdió el control de su cuerpo.
Durante ese estado de trance, sus piernas comenzaron a andar sin su consentimiento por lugares que al principio conocía, después el camino se fue transformando poco a poco en algo que resultaba difícil de asimilar. Pasó por un campo lleno de misteriosas flores con sabores en lugar de color, la música indicó a la niña que el camino a seguir lo marcaban las flores que, a través de los ojos, impregnaban su lengua de un fuerte sabor a wasabi. Incluso en ese estado, algo dentro de la niña le dijo a su memoria que guardara bien el recuerdo de ese tramo "picante" del camino. Me las vas a pagar, odio el picante, pensó la niña.
Al salir del campo, si es que salir es la palabra correcta, apareció en un enorme salón de baile en el que decenas de artistas pintaban la música con botes de pintura que derramaban sobre la pista de baile. Miró a su alrededor y vio a varias personas que no se atrevían a bailar, sus piernas la llevaron al centro de la pista y su cuerpo comenzó a ejecutar una danza pegadiza que los animó a imitarla. Pili anotó también este momento en su memoria, odiaba bailar (y menos delante de tanta gente), ese árbol se estaba metiendo en un serio problema. La fiesta en el salón de baile se empezó a desmadrar y todos los músicos-pintores tiraban la pintura directamente sobre la niña, se estaba ahogando, no podía ver con tanta "música" metiéndosele en los ojos, todo le daba vueltas... De repente, se encontró en un extraño oasis mirando fijamente al cerezo.
No sabe cuantos días pasaron hasta que salió de ese trance, probablemente fuera cuando el árbol empezó a cantar la nueva canción.

Poco importaba ya. Había reflexionado durante demasiado tiempo y lo único que quería era terminar con todo esto cuanto antes. Quería respuestas, saber por que el mundo se había transformado en un sin sentido y por que era la única que seguía siendo ella misma.
Anduvo un buen rato pensando en la nueva canción, trataba de encontrarle algún significado y de nuevo se sintió molesta con el cerezo por empeñarse en cantar en lenguajes que no conocía. Entonces, volvió a tropezar. Esta vez pisó una pequeña piedra que había cerca del oasis. Maldijo a todo lo que se le ocurrió y de nuevo, una parte de la canción le vino a la cabeza: *I've been through the desert on a horse with no name, it felt good to be out of the rain. In the desert, you can remember your name 'cause there ain´t no one for to give you no pain. La la la la la....
¡Pero vaya puta mierda! Quería las respuesta ya, lo que menos le apetecía era tener que embarcarse en otro largo viaje, al menos este duraba nueve días. Según la canción del árbol, tenía que encontrar al caballo sin nombre y atravesar el gigantesco desierto...


*He viajado a través del desierto en un caballo sin nombre, se sentía bien lejos de la lluvia. En el desierto puedes recordar tu nombre porque allí nadie puede hacerte daño. La la la la la...

jueves, 20 de mayo de 2010

Relatos: Down in Mexico, Parte I (dedicado a @PiliVicente )

Era un árbol estúpido, ese era definitivamente el adjetivo que se merecía la maldita planta. Para la pequeña Pili, las plantas no solían suponer problema alguno, nunca habían sido una molestia pero ese cerezo... puede ser todo lo bonito que uno quiera cuando florece en primavera y se tiñe de rosa, pero no quita el hecho de que siga siendo estúpido. Mama tampoco era de mucha ayuda para la niña, pensaba que para su edad, tener tanta imaginación era algo normal. ¡Mama, ese árbol está volviendo a cantar! le decía Pili, y ella siempre le respondía lo mismo: Estará cantando porque tu quieres que cante.
A sus siete años Pili era una niña muy observadora, nada escapaba ante su atenta mirada, y pocas cosas existían que no la irritaran. No es que todo lo que le rodeaba le molestara, era que todas las cosas que había a su alrededor habían perdido el sentido.
Por ejemplo, el lugar en el que vivían era demasiado bonito, el clima era anormalmente estable, todo el mundo reía y gozaba de salud, vestían con colores pastel mientras ella seguía usando una camiseta negra con el nombre de un grupo de música que le gustaba (Ramones) todo estaba vivo y lleno de color, a veces llovía hacia arriba (cuando las nubes eran amarillas)... ¿Es que nadie se acordaba de que hasta hace unos meses las cosas eran normales? Cuando Pili trataba de hablar con alguien sobre el cambio que había experimentado todo, a éste le daba por cambiar de tema y poner esa sonrisa tonta que tanto estaba empezando a odiar.
Y el árbol...
Si no se lo impidieran sus padres, lo quemaría y desintegraría las cenizas, a ellos les parecía tan bonito... ¿es que nadie se ha dado cuenta de que ese árbol había crecido en un día? y para colmo cada vez que el viento mecía sus ramas sonaba esa canción.

Era una canción que al principio le gustó, era bonita, pero escucharla todo el rato, a todas horas, y que todo el mundo le dijese que se lo estaba imaginando (y se lo decían con esa sonrisa tonta, con esa cara a la que tantas ganas tenía de darle un puñetazo) le desesperaba.

Un día iba paseando por un jardín vecino en el que brotaban pasteles de manzana y pisó uno sin querer, se resbaló y se golpeó la rodilla. Mientras maldecía, la primera estrofa de la canción del árbol le vino a la cabeza: *Down in Mexicali, there's a crazy little place that I know where the drinks are hotter, than the chilli sauce, and the boss is a cat named Joe. En ese momento no supo exactamente la razón pero, aunque la canción estaba en un lenguaje que no conocía, algo en su mente le hizo ver que debía ir a México para buscar a un gato llamado Joe.
Mientras reflexionaba, el propietario del jardín se acercó luciendo esa estúpida mueca que hacía que todo el mundo pareciera tan bobo, y preguntó a la niña si se encontraba bien, Pili le dijo que si y de paso le preguntó si podría indicarle el camino para llegar a un lugar llamado México, de repente algo sombrío se dibujo en el rostro del señor e hizo que Pili se estremeciera. No, no conozco ningun lugar llamado México, le respondió el señor con la mueca tonta otra vez adornando su cara, la niña le dio las gracias y se marchó con un mal presentimiento. Al preguntarle sobre México, aquel señor dijo que no conocía nada que tuviera ese nombre pero la mente de Pili, si no le estaba gastando una broma pesada, había escuchado una súplica, una voz que provenía del interior de aquel hombre pidiendo que lo salvasen...


* Abajo, en Mejico, conozco un pequeño y loco lugar en el que las bebidas son mas calientes que la salsa de chile, y el jefe es un gato que se llama Joe

El Imaginario de David Lynch

Me topé con una revista en cuya portada anunciaba un artículo dedicado a David Lynch. Seguramente, ya habrá alguien leyendo esto que este familiarizado con la obra de este gran artista, pero para mi era un misterio hasta hace dos días y estoy orgullosa de admitir que mi ignorancia ha quedado medianamente disipada después de leer este artículo tan completo y explicativo; el cual fue escrito por Beatriz Villariño González en el número 21 de la revista Scifiworld.

Me interesó el artículo porque hace muy poco había visto la primera película que sabía era de este director, que está considerada su película de culto. La película es Duna, y aunque la historia no la imaginó él, tengo entendido que es una magnífica adaptación de este libro de ciencia-ficción tan conocido y admirado. No he leído el libro, por lo cual no puedo decir nada más, si hago el comentario es porque lo escuché de labios del propio autor, Frank Herbert, entre los extras del dvd.

Pero no es de Duna que quiero hablar, sino del dierctor, un personaje tanto enigmático como fascinante. El señor David Lynch es, además de director de cine; pintor, escultor, guionista, escritor de cómic, diseñador de mobiliario, fotógrafo, director de vídeos y de publicidad, entre otras cosas. Es un artista en toda regla. La notable admiración de la escritora del artículo era evidente y la supo transmitir tan bien, que ahora me hallo dedicándole este post, que pretendo complementar con otros, después de haberme sometido a la prueba.

Lo que más me impactó fue la explicación que hace sobre el imaginario de Lynch y sobre cómo se debe apreciar su arte. Las películas de Lynch no siguen la norma general a la hora de narrar la historia, para entenderlo plenamente opino que es preferible saber cómo funciona la mente del autor, antes que tratar de darle un orden convencional y correr el riesgo de perder el camino por el que desea conducir al espectador. La premisa es que Lynch no busca transmitir una idea narrativa con sus imágenes, sino un estado de ánimo. Por esta razón sus películas carecen de los patrones de organización convencionales, como la escritura en tres actos (introducción, nudo, desenlace) la causalidad, la verosimilitud o la organización temporal de los acontecimientos. El artículo explica que la organización a la que está sujeto es "en espiral," no hay un objetivo ni una coherencia, sólo imágenes, sensaciones, atmósferas en común que giran sobre si mismas en torno a un centro vacío. Esta estructura se asemeja a la de los sueños, Lynch admite basarse en ellos para crear sus relatos. Su objetivo es transmitirle al espectador una sensación y una emoción, como cuando soñamos; no pretende que la experiencia sea racional y analítica.

Ahora voy a compartir mi pequeña experiencia, porque sí he visto otra película de David Lynch pero no supe hasta ahora que era suya. Mullholland Drive, la vi hace dos años, no la entendí y la
olvidé. Sé que no la entendí porque estaba intentando ordenarla dentro de lo convencional, la olvidé porque me dejó indiferente; y como he dicho fue gracias al artículo que disipé mi ignorancia. Como no me acuerdo de nada de la película no me es posible estructurarla adecuadamente en mi memoria para identificar las claves del universo lynchiano en ella. Es preciso verla otra vez si quiero identificar el sensación transmitida. Aquí es donde entra en juego la otra clave importante que tenemos que tener en cuenta, ésta se refiere a la desprogramación del espectador. Es necesario modificar los moldes del pensamiento, flanquear sus muros; como diría Huxley, "abrir las puertas de la percepción;" o como dirían The Doors, "break on through to the other side..." La consecuencia de esto es que el pensamiento fluya espontáneamente, sin ataduras, la corriente de ideas y la creatividad circulan libres. El resultado es el choque, la sorpresa y la reflexión; lo que produce una admiración espontánea o la incomprensión y el desprecio.

Después de descubrir estas peculiaridades dentro de la obra de Lynch, no es posible que no
profundice más en su trabajo. La prueba a la que me pienso someter es que decidí ver cinco de sus películas, cada una de las cuales será la protagonista de un post semanal. Ahora que cuento con unas pautas claves voy a sumergirme en el universo lynchiano, con mi percepción sensorial como arma y mi mente desprogramada.

De todas sus películas he escogido cinco que están mencionadas en el artículo. Eraserhead y El Hombre Elefante, son sus primeras obras, ambas en blanco y negro, y también las más representativas de las características lynchianas; adicionalmente, escogí Terciopelo Azul, Corazón Salvaje y Twin Peaks.

Como dije, a cada una le dedicaré un post, quiero compartir mi experiencia y dejar evidencia del tiempo que le dedicaré a ese universo tan peculiar y extraordinario, que pretende romper con los parámetros y sacarnos del transcurrir normal de todo aquello que nos rodea. Sé que no me dejará indiferente.



Continuará...

viernes, 14 de mayo de 2010

Grandes personajes: Baile de katanas

Dentro de la ficción, creadores de todo el mundo nos han regalado grandes personajes a los que reservamos un hueco especial en nuestros corazones. Por este motivo quiero dedicar una serie entradas a personajes que nos han hecho reír y llorar, nos han tenido con el alma en vilo y, en definitiva, nos han hecho experimentar un extenso y variado abanico de emociones.
Para empezar esta serie de entradas, voy a hablar de tres protagonistas de dos animes con los que he vivido momentos muy emotivos. Estos hombres "animados" son portadores de una mortífera arma, una letal hoja de metal con la que han provocado espectaculares baños de sangre, la katana.

Samurai Champloo



MUGEN
Este gamberro japones me fascinó por todo él en general. A lo largo de la serie hace gala de unos movimientos que son una especie de fusión entre la capoeira y el break dance combinados con su buena habilidad en el manejo de la espada. Gracias a esta peculiar forma de luchar sorprende a sus enemigos, en la pelea es un luchador impredecible capaz de cualquier cosa por demostrar que él es mejor. A pesar de sus malos modales, es capaz de apreciar la valentía y la honestidad.

JIN
Guerrero disciplinado, muy diferente de su compañero y rival, Mugen. Posee una técnica muy entrenada, sus movimientos son limpios y los realiza con una precisión milimétrica. Pelea por sí mismo y para demostrar que el manejo de la espada es todo un arte. Es callado, paciente y muy educado, junto a sus compañeros de viaje (Mugen y Fuu) forma un trío muy divertido que pasará pocos momentos de aburrimiento.

One Piece


RORONOA ZORO (ZORRO RONOA)
Cuando uno ve en acción a este peligroso espadachín, en lo primero en lo que se fija no es en su pelo verde, es en las TRES katanas que lleva encima y el hecho de que las usa todas a la vez. Este temible guerrero es el espadachín de la tripulación del capitán Monkey D. Luffy, el primero en unírsele, siempre serio y reservado (aunque sus momentos cómicos son buenísimos, sobre todo por su pésimo sentido de la orientación) Se pasa la mayor parte del tiempo durmiendo o entrenando. Si veis que se pone la bandana negra preparaos, tiene la intención de patearos seriamente el trasero.


Algo que tienen en común estos tres espadachines es que no dudan a la hora de enfrentarse a cualquiera que les rete. Son luchadores tan hábiles con en el manejo de la espada que quedan pocos rivales capaces de derrotarles.

Aquí os dejo un par de montajes que he encontrado en los que muestran a la perfección las grandes habilidades de estos valientes guerreros.



lunes, 10 de mayo de 2010

Cualquier cosa por... el ROCK

Voy a salirme un poco de mi tema para hablarles de una serie; yo no soy seguidora de ninguna serie (eso era antes cuando podía ver HBO en mi casa) por lo cual no tengo nada que decir sobre ellas. Algunas hay que me gustan y que disfruto, si puedo ver un capítulo lo hago con gusto; aún así, en su gran mayoría, me tienen sin cuidado. Pero la que ocupa mi atención ahora es una serie diferente, esta es una serie "brutal." La serie se llama Metalocalypse.

La historia se centra en la banda de metal (death metal melódico) "Dethklök," la cual ha alcanzado la cima de la popularidad (está considerada la séptima economía del mundo) y a quien los grupos de poder temen por su naturaleza impredecible y por representar un obstáculo en sus planes para controlar a la humanidad. Los grupos de poder (aquellos que mueven los hilos invisibles que nos dirigen por los caminos que a ellos les interesa, para alejarnos de nuestro verdadero potencial; Gobiernos, Iglesias, Ejércitos, Farmacéuticas) están representados por un grupo conocido como "The Tribunal," todos los capítulos este grupo se congrega para intentar destruir a Dethklök y hacerse de nuevo con las riendas de la humanidad. Su líder es un señor misterioso, Mr. Selatcia, quien está convencido de que los poderes de la banda provienen de una antigua profecía Sumeria que vaticina un "Apocalipsis de Metal." En cada reunión los acompaña un especialista, desde "productores militares-farmacéuticos de drogas psicotrópicas" hasta "psicólogos de depresión de las estrellas." De esta y otra ayuda se vale The Tribunal para intentar acabar con la amenaza de Dethklök.

DETHKLÖK es una banda americana y norte escandinava, consta de cinco integrantes, que representan la pura esencia del rock:

Skwisgaar Skwigelf: más alto que un árbol. Primera guitarra, escandinavo, hijo de una ex-reina de belleza, es considerado el mejor guitarrista del mundo, no habla inglés muy bien, amante de las drogas y el alcohol y su único otro talento es la negociación de contratos (habilidad que comparte con sus compañeros)

Toki Wartooth: no es un abejorro. Segunda guitarra, lo patrocina una marca de caramelos. Es el preferido de los niños, por ser el más inocente del grupo. El otro integrante escandinavo del grupo, hijo de un pastor y su esposa. Tiene un oso de peluche (es mi integrante favorito)

William Murderface: murderface, murderface. Bajo, tiene un serio rechazo a la higiene personal, es huérfano, le gustan los cuchillos y es capaz de tocar el bajo con su pene. Se niega a admitir que el alcohol no es comida. Lo patrocina una comañía de pomos para puertas.


Pickles: doodily doo ding-dong doodily doodily doo. Batería, es alcohólico,tiene una prominente panza de cervecero, su personaje está vagamente basado en el baterista de Queen, parece el más inteligente del grupo, pero nunca se sabe. Tocaba en otra banda antes de unirse a Dethklök e intenta resucitarla valiéndose de su nueva popularidad. Lo patrocina una compañía de cobre.

Nathan Explosion: vocalista y líder de la banda, no es muy listo e intenta solucionarlo en un capítulo pero desiste. Tiene su propia marca de salsa barbacoa, comparte el gusto por el alcohol con sus compañeros y quiere enseñarnos quien hace el rock. Se rumorea que el personaje está basado en el cantante de Cannibal Corpse, George "Corpsegrinder" Fisher.


La serie fue creada por Brendon Small y Tommy Blacha en 2006, Small es quien escribe la música; a su parecer la serie es una mezcla entre Spinal Tap, Scooby-Doo y Noruega.
A mí me encantó desde la primera vez que la vi, pero para mi era fácil porque soy fan del Rock y esta serie es una celebración de la cultura del heavy metal; por esta razón no es de extrañar que haya tenido una aceptación tan grande, lo que empezó como una serie clandestina de 20 episodios; ahora es un fenómeno con 3 temporadas (la última la estrenaron en 2009) un disco que recopila la música de la primera temporada titulado "Dethalbum," varias giras (la primera en 2007, junto a Chimeria en 2008 y con Mastodon en 2009) grandes artistas invitados (desde James Hetfield, Lars Ulrich y Kirk Hammett de Metallica; pasando por Mike Patton de Faith No More; Angela Gossow de Arch Enemy, George "Corpsegrinder" Fisher, Steve Vai, Slash, Gene Hogland de Death, entre otros) millones de fans alrededor del mundo, un videojuego (el "Dethgame," salió al mercado en septiembre de 2009) y próximamente un cómic (que se espera será presentado en el Comicon de 2010)
Todavía quedan muchos rockeros en este mundo, el Metal no ha muerto, no; y nunca morirá. Ahora que la Metalocalipsis se ha desatado sólo queda esperar pacientemente que se desarrolle su desenlace; y confiar en el Rock.

Paridas y anécdotas: el maldito aburrimiento


Últimamente he estado reflexionando. Trato de entender las razones que llevan a mi cerebro a producir numerosas perdidas de cordura (cortitas, en serio, solo a ratos). No es que piense que me estoy volviendo majareta ni nada por el estilo, no lo creo, simplemente me aburro con mucha facilidad. Si, el aburrimiento es una pieza fundamental del complicado puzzle que es mi vida, el causante de los problemas de autoestima que sufre mi pobre lucidez. Tengo ese tipo de personalidad que huye, como alma que lleva el diablo, del aburrimiento (es la palabra que mas pienso y escribo, sobre todo en Twitter, y el verbo que mas he conjugado a lo largo de mi vida).
Con esto no quiero decir que me pase la vida con cara de muerto, ni me tire todo el día desesperado por enterrar una caja con objetos personales en un cruce de caminos para vender mi alma a cambio de un minuto de no aburrimiento, en realidad me aburro solo unos minutos (bueno, a veces horas), después busco la entrada a mundos paralelos de ritmo (música), papel (libros, cómic) e imágenes en acción (que por cierto, es el título de un libro de Terry Pratchett que no he leído aun y tengo muchas ganas - cine, videojuegos y televisión). En el mundo paralelo-digital (redes sociales) también busco refugio cuando estallan mis breves tormentas de aburrimiento, sobre todo estos dos últimos años, desde que lo descubrí.

Uno de los hábitos que deben provocar los pequeños fallos en el mecanismo de mi cordura, probablemente sea el de ver, leer o jugar a algo antes de irme a trabajar. En cuanto el bar se queda tranquilo, mi cerebro activa el modo "estar en la parra" (un sistema de defensa mental contra la malvada rutina, esa perra que envía a sus aburridos sabuesos para que sigan mi rastro y me arrastren a un infierno de apatía y desgana). De repente me pongo a pensar en mis cosas, a imaginar historias raras que me gustaría escribir.
Algo que siempre me echan en cara cuando estoy en ese estado, amigos y personas que me conocen, es esa manera que tengo de mantener conversaciones en "piloto automático": ¿Si? ¡no jodas! claro, claro... puedo tirarme así un buen rato sin haberme enterado de nada de lo que me han dicho. Juro que nunca lo hago a propósito (solo cuando la persona que me habla es de esa clase tan superegocéntrica y cansina) y me sale sin querer, y me da tanta vergüenza preguntar que que me han dicho... despues tengo que poner cara de haber entendido todo. Por suerte consigo recordar algunos fragmentos de la charla, por si las moscas.
La gente que me rodea suele decir que estoy mal de la cabeza o que hago cosas muy raras, ¿por que? pues porque me da por reir casi todo el rato de cualquier gilipollez que se me pasa por la cabeza. Tengo un grave problema con la imaginación fotográfica y el sentido literal. Todo el que me hable cuando estoy visualizando lo que me cuenta, no puede esperar que no estalle en carcajadas si me dice cosas como "joder tío, me cago en la puta", soy capaz de tirarme un buen rato tronchándome pensando en la pobre mujer.
Eso me hace recordar el día en el que dos amigos y yo batimos un record riendonos a carcajadas durante dos horas y media sin parar. A uno de ellos se le ocurrió decir: Os acordáis de la tía esa, la cara en el centro, pues imagínate su cara comiendo limones (jajaja). Luego empezó el otro: pues imagínatela tirándose por un tobogán (jajaja). Seguí yo: imagínatela saltando a la comba (jajaja). Dos horas y media imaginándonosla bebiendo de una fuente, silbando, pensando, llorando, pelando un plátano, echando el humo, masticando chicle, reventandose un grano de la cara, tocando la flauta... tal era la locura de esa noche que hasta muerta hacia gracia. No me extraña que el karma me lo haga pagar con tantas horas de aburrimiento (la pobre debía estar quedándose sorda de lo fuerte que le pitaban los oídos esa noche).

Otro posible causante de esas idas de pelota puede que sea lo poco que suelo apreciar todo lo que me rodea (últimamente estoy mas cómodo). He pasado tanto tiempo viviendo en mi propia imaginación que a veces me doy cuenta de la realidad y me sorprendo. Son tantas las veces que me han recordado cosas que he dicho y hecho y habia olvidado... debo haber creado tantos what if de mi vida en mi mente que ya no caben, explosionan e implosionan dejando vacíos en la memoria.

Si, puede que la olla se me vaya de paseo muy a menudo, pero es que si no me aburro.

Ya he olvidado a que venía este post, creo que lo empecé a escribir porque me aburría. Se que hay temas mas interesantes sobre los que escribir pero no se, el aburrimiento es algo tan... aburrido. ¿Por que no dedicarle una entrada en mi blog?
¡Ah, si! ya me acuerdo, era sobre el porque de mi vida en un eterno camino entre la locura y la cordura. Mi conclusión es que es el aburrimiento, me mata, por eso dejo que mi imaginación me lleve de paseo por ahi, por lugares mas... ¿divertidos? no, mejor dicho lugares "no aburridos".

Espero que no os haya aburrido con esta entrada (me pregunto cuantas veces habré escrito aburrimiento ¿habré superado a Tarantino con sus fuck?) y que por lo menos os haya hecho algo de gracia. Os dejo con las frases célebres sobre el aburrimiento que mas me han gustado:

Es absurdo dividir a la gente en buena y mala. La gente es tan sólo encantadora o aburrida.
Oscar Wilde.

Lo bueno de ser una celebridad es que, cuando la gente se aburre contigo
piensa que la culpa es suya.
Henry Kissinger.

Conviene siempre esforzarse más en ser interesante que exacto; porque el espectador lo perdona todo menos el sopor.
Voltaire.

Soy un hombre curioso que se aburre desde la más tierna infancia.
Pio Baroja.

martes, 4 de mayo de 2010

Volver al Futuro

El viaje en el tiempo ha sido una obsesión de la humanidad desde siempre. Tal vez podría parecer posible si nos basamos en la percepción del tiempo como una línea recta y no como una dimensión aparte con sus propias reglas y particularidades (eternalismo)
Yo más de una vez lo he deseado, la mayoría de las veces ha sido para cambiar algo que me ha salido mal o un evento desagradable que haya causado por actuar sin pensar o sin medir las consecuencias (claro que esto es de lo más tentador) pero también ha habido aquellas en las que he querido revivir eventos que me hicieron muy feliz. Hay quienes sostienen que Leonardo Da Vinci viajaba en el tiempo y por eso fue capaz de ver cosas que nadie más veía, como la máquina voladora que diseñó.

En el año 1895 se publicó en Londres una novela titulada "La Máquina del Tiempo," escrita por uno de los padres de la ciencia-ficción, Herbert George Wells. La h
istoria se centra en el invento de un científico, la máquina, la cual utiliza para viajar al futuro (año 802.001) y conocer el destino de la humanidad; pero se sorprende al darse cuenta de que la humanidad, lejos de haber prosperado, habita en un mundo en decadencia. Muy diferente a la utilidad que yo planteaba porque, en este caso, el científico la utiliza para saciar su curiosidad (futuro) no para cambiar algo que ya ocurrió (pasado)
El libro ha tenido dos adaptaciones cinematográficas, la primera en 1960 y dirigida por George Pal, que es fiel al libro. La segunda, de 2002, fue dirigida por Simon Wells y se presenta como un remake de la primera, pero con cambios considerables. Uno de ellos, el que me interesa, es la razón por la que es construida la máquina. En esta película su construcción es precipitada por una tragedia, la muerte de la novia del científico, y su propósito era viajar al pasado para salvarla. Lo curioso es que cada vez que lo hace, siempre la alcanza la muerte pero de forma diferente. Cuando se resigna, viaja al futuro buscando una respuesta a esto; la respuesta que encuentra es que la máquina fue construida después de ese evento particular, por lo cual no lo puede cambiar utilizándola, porque en el caso de que no haya sucedido, la máquina no existiría.

En 1985, se estrenó una película titulada "Volver al Futuro," dirigida por Robert Zemeckis, en la cual nos muestran una máquina y una percepción del tiempo muy diferente. En este caso la percepción del tiempo es lineal, lo cual permite a los personajes intervenir en eventos futuros y pasados, precipitando cambios en la vida de todos a su alrededor. Todo lo contrario a la visión eternalista y moralista que pretende H.G. Wells. Pero divertida, justamente la que me interesaría.

En 2004 apareció la representación de otra máquina del tiempo, que seguramente será la que más probablemente pueda encontrar en mi camino, es la máquina del tiempo que NO sirve para viajar en el tiempo y la podemos ver en la excelente película independiente del director Jared Hess,"Napoleon Dynamite."



Aún cuando me gustaría pensar que el viaje en el tiempo es posible, me parece que Wells fue el que más se acercó a exponer una idea acertada de lo que implicaría y cómo sería. No podemos cambiar el pasado aunque lo podamos revivir, el tiempo no es una línea recta, sino una dimensión que todavía no somos capaces de comprender; por lo cual, no podemos intervenir en su flujo natural.
En esta ocasión, el acompañamiento sonoro me lo proporcionó el gran David Bowie.


Grace: el alma de Jeff Buckley.

Recuerdo la primera vez que vi a Jeff Buckley. Estaba trabajando en el bar, como siempre, y algo en el televisor llamó mi atención. La pantalla de plasma siempre está encendida, normalmente emitiendo deportes varios y siempre sin sonido. Esa vez estaba tan aburrido (una sensación que me persigue allá donde vaya, como una sombra) que decidí cambiar el canal a uno de música. En el bar ya tenemos un reproductor pero, aun sin sonido, es divertido ver videoclips. El programa que se emitía en ese momento pasaba vídeos de canciones de esas que hacen que tu mente se relaje y se sumerja en océanos de emociones placenteras. Y apareció allí. Vi a un hombre que desnudaba su alma.
El bar bailaba al ritmo de otra música, una muy diferente: britneys, eminems, bisbales... politonos horribles, aberraciones tan grandes que no merecen mayúsculas. Pero en aquella pantalla muda un hombre tocaba su guitarra y no necesitaba sonido alguno para demostrarme que lo que estaba cantando era mil veces mejor que los berridos de cualquier guarra que busca un minuto de fama.

Hallelujah.
Así se llamaba la canción de la que hablo y fueron mas de seis minutos absorto en un vídeo sin sonido, impaciente por saber el nombre del artista que había llamado mi atención desde el silencio.



Jeffrey Scott Buckley
nació el 17 de noviembre del 66 y murió el 27 de mayo del 97. Su único álbum, Grace, fue alabado por la crítica y otros músicos, de su Hallelujah de Leonard Cohen se dice que es la versión definitiva, su gran potencia vocal a inspirado a muchos artistas como Matt Bellamy, Thom Yorke, Chris Cornell, Rufus Wainwright... Es un músico que tenía una carrera prometedora pero la vida decidió que debería ser recordado así.

Como ya habré dicho muchas veces empatizo demasiado, sobre todo con la música, y me resulta muy complicado describir las emociones que he llegado a sentir escuchando esta obra maestra que es Grace.
Recuerdo que una vez leí en la revista inglesa Q un reportaje sobre los músicos y álbumes mas influyentes de la historia. Por supuesto que estaba Jeff. De él dijeron que su música evoca tiempos de caballeros y princesas. Puede ser.
A mi me transporta a mundos lejanos y melancólicos. Es cierto que su música puede resultar algo depresiva (alguna vez me ha dado algún que otro bajón) pero eso es lo bonito que tiene. Cuando el arte te muestra la tristeza con una belleza casi divina, sentir la felicidad se convierte en una emoción todavía mas hermosa.
Amo todas y cada una de las canciones de este album pero mis preferidas son Last Goodbye, Lover You Shoud've Come Over, Hallelujah y Forget Her.

Aquí concluyo mi pequeño e insuficiente homenaje a un gran artista, a una impresionante voz que consigue ponerme la carne de gallina. Las palabras nunca serán suficientes para describir su arte. Solo guardadle en vuestros recuerdos y siempre estará allí, entre los mas grandes de la música.

Lilac Wine

I lost myself on a cool damp night
I gave myself in that misty light
Was hypnotized by a strange delight
Under a lilac tree
I made wine from the lilac tree
Put my heart in its recipe
It makes me see what I want to see
and be what I want to be
When I think more than I want to think
I do things I never should do
I drink much more than I ought to drink
Because it brings me back you...

Lilac wine is sweet and heady, like my love
Lilac wine, I feel unsteady, like my love
Listen to me... I cannot see clearly
Isn't that she coming to me nearly here?
Lilac wine is sweet and heady, where's my love?
Lilac wine, I feel unsteady, where's my love?
Listen to me, why is everything so hazy?
Isn't that she, or am I just going crazy, dear?
Lilac Wine, I feel unready for my love,
feel unready for my love.



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